El Lebrel afgano es un perro de caza procedente de Afganistán. Tiene un pelaje característico, muy largo, fino y sedoso, que precisa de cuidados continuos ya que se enreda, llegando a perder su brillo. A nivel de inteligencia, está posicionado en la escala con el número 79 de la clasificación de Stanley Coren acerca de la inteligencia de los perros.8
El origen de esta raza es posible que se encuentre en la raza Saluki, que habría llegado a Afganistán a través de Persia. Ya en Afganistán, el Saluki necesitaría un pelaje más apropiado para el hostil clima de las montañas de este país, desarrollando el largo pelaje que caracteriza al lebrel afgano actual, y que atrae a las personas que adquieren perros de esta raza (algunos de los cuales no tienen en cuenta los cuidados especiales que necesita su pelaje).
El origen del galgo afgano es antiquísimo, con los primeros registros aproximadamente en el año 1000 a. C., en la zona donde se encuentra actualmente Afganistán. Fue utilizado como perro de caza.
La antigüedad de esta raza aún no ha sido corroborada por nadie, pero los primeros registros datan del siglo XIX, lo cual no significa que no existieran antes, sino que los nómadas afganos no se molestaban en dejar constancia de la raza por escrito. La primera ilustración hecha de un lebrel afgano es del año 1813. Esta raza llegó a Inglaterra en 1920 y no tardó en triunfar, siendo reconocida por el Kennel Club británico solo seis años después.
En el año 1880, cuando finalizó la guerra entre afganos y británicos, los oficiales del ejército británico se llevaron a casa algunos de estos canes, cuyas características como perros de caza en las duras condiciones de las montañas afganas, habían llamado su atención.
En Europa, el galgo afgano ha mantenido su actividad natural como perro pastor y de caza, tarea que ya hacía en su tierra de origen. Gracias a su elegante aspecto, agilidad y velocidad, se ha convertido también en perro de compañía y de carreras.
El origen de esta raza es posible que se encuentre en la raza Saluki, que habría llegado a Afganistán a través de Persia. Ya en Afganistán, el Saluki necesitaría un pelaje más apropiado para el hostil clima de las montañas de este país, desarrollando el largo pelaje que caracteriza al lebrel afgano actual, y que atrae a las personas que adquieren perros de esta raza (algunos de los cuales no tienen en cuenta los cuidados especiales que necesita su pelaje).
El origen del galgo afgano es antiquísimo, con los primeros registros aproximadamente en el año 1000 a. C., en la zona donde se encuentra actualmente Afganistán. Fue utilizado como perro de caza.
La antigüedad de esta raza aún no ha sido corroborada por nadie, pero los primeros registros datan del siglo XIX, lo cual no significa que no existieran antes, sino que los nómadas afganos no se molestaban en dejar constancia de la raza por escrito. La primera ilustración hecha de un lebrel afgano es del año 1813. Esta raza llegó a Inglaterra en 1920 y no tardó en triunfar, siendo reconocida por el Kennel Club británico solo seis años después.
En el año 1880, cuando finalizó la guerra entre afganos y británicos, los oficiales del ejército británico se llevaron a casa algunos de estos canes, cuyas características como perros de caza en las duras condiciones de las montañas afganas, habían llamado su atención.
En Europa, el galgo afgano ha mantenido su actividad natural como perro pastor y de caza, tarea que ya hacía en su tierra de origen. Gracias a su elegante aspecto, agilidad y velocidad, se ha convertido también en perro de compañía y de carreras.
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